lunes, abril 18

Re-Conciencia

La mente es al mismo tiempo, el mejor y el peor aliado del ser humano. Desde que nacemos hasta los siete años aproximadamente vivimos en una frecuencia mental que nos hace confundir la realidad con la imaginación, nos engañamos a nosotros mismos pensando que hay un monstruo en el armario o que el dragón escondido en el pozo en la excursión a la granja escuela es tan real como la telequinesis de Matilda de la película que nos enseñan en el colegio.
A partir de los ocho años en adelante y por supuesto, según distintos niveles de desarrollo y crecimiento individuales, en nuestra mente se tejen grandes redes que constituirán nuestros hábitos y constumbres más arraigados. Son eso telares construidos por nuestros propios padres, hermanos, amigos, entorno y ambiente los que dictaminarán los patrones con los que actuemos día a día de manera subconsciente a lo largo de muchos meses e incluso años. 
Dependiendo de cada persona y de las programaciones que lleve consigo dentro, será en su etapa de adolescencia (sobre todo entre los catorce y los dieciocho años) cuando el cuerpo se encuentre en contradicción con dichos programas mentales, que ni sabe que existen ni se puede imaginar poder cambiarlos. Esto supone un reto significativo que solo conlleva frustracción y ataques de rebeldía incontrolada, y que no se puede combatir hasta que uno alcance por sí mismo un suficiente nivel de desarrollo personal que le permita acceder a la parte consciente de la mente para elegir autonóma y libremente modificar dichas programaciones mentales. 
El término 're-conciencia' que titula esta entrada no significa mucho, de hecho, puede ser mejor re-programación pero en cualquier caso, abro de nuevo el blog tras tantos años en standby esperando que mi etapa de lucha con el subconsciente cesara y dejo la semilla de la cuestión: ¿has conseguido despertarte?

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